Thursday, August 5, 2010

Todos fuimos semen

(¡el último que llegue es pato!)



Tan sencilla que era la vida cuando eramos espermatozoides, ¿verdá? Lo único que hacía era nadar y nadar en el semen de la bola izquierda de papi, jodiendo y jangueando to' el día con mis hermanos y hermanas. Nadie frontiaba porque to' el mundo tenía lo mismo: una cabeza y una cola, más ná. Recuerdo que el corillo de la bola derecha siempre nos tenían una tiraera montá, envidiosos; como la bola de nosotros siempre andaba pegá al muslo de papi, era bien tranquilita. La de ellos era muy suelta y siempre se jamaqueaba mucho cuando papi jogueaba. Pero nosotros siempre le echabamos a pelear a Yuyín, el espermatozoide retardau que era grande fuerte y bobolón, y se estaban tranquilitos.




Recuerdo el día en el que fuí creado en la bola de papi, el primer hermano que conocí fué a Yuyín. Rápido supe que era retardau porque no era bebé todavía y ya se estaba ahorcando con su propia cola, ¡que claje morón! A los 2 días de yo haber sido creado, el ya tenía sus 5 días, estaba viejo, y empezó a morir. Todavía recuerdo sus últimas palabras: doi doi doi, doi doi. Y así murió Yuyín, ¡con honor puñeta! No como otros cabrones que han muerto en un Kleenex, o en una amigdala, o en un intestino, o en casos extremos, en un oído.




(chiste lechero)




A los 3 días de eso yo y mis hermanos empezamos a perder la esperanza. "¡¿Qué carajo pasa con papi que no chicha?!" nos cuestionábamos. Así que pa' despejar la cabeza un rato grité: "¡acho que se joda, vamo' a morir felices, vamo' a jugar 'tocaíto'! Todos estuvieron de acuerdo conmigo, hasta que salió una ahí gritando: "oh yeah! let's play 'you're it'!... To' el mundo se quedó mirándola con cara de '¿qué carajo le pasa a esta?', y ante la indignación colectiva no pude evitar responderle: "¿¡qué yurit ni que yurit cantue pendeja?! ¡yo dije tocaíto, no yurit!" Fué más tarde en la vida luego de nacer que me enteré que papi nació en el Bronx, entonces entendí to' el revolú de 'yurit'.



Justo y cuando empezamos a jugar, fué cuando sentimos un sendo jamaqueo de bolas increíble que nos alegró el alma... ¡papi está chichando! pensamos. Nos preparamos pa' la gloriosa venía que nos dispararía hacia el horno de la vida: el toto de mami. Y a los 2 minutos con 17 segundos, sucedió. Empezó la carrera más cabrona del mundo; los primeros miles de millones de mis hermanos se quedaron atollaos en unas berruguitas de Papiloma (tan pendejos que se veían dándole con la chola a una berruga, priceless) No obstante, la pavera que me dió ver eso me quitó mucha fuerza y ventaja en la carrera. Pero seguí por ahí pa' abajo como alma que lleva el diablo, hasta que empezé a cansarme. La mayoría de mis hermanos que quedaban en la carrera eran hembras, a pesar que el espermatozoide varón es más fuerte y rápido, las hembras tienen más estámina y duran en la carrera; fué ahí que se me ocurrió una gran idea. Grité: "¡puta mírame!", y como papi era sendo cuero en su juventú, todas se sientieron identificadas y pararon a mirarme. Fué entonces que empezé a meterle con un flow cabrón, era más rápido que Javier Culson corriendo pal baño con diarreas calientes, y me jendí de cabeza en el óvulo de mami. "¡Jajaja chorro 'e pendejas, muéranse fecundando un quiste!". Y así fué como conquisté mi primer logro, el logro de la vida.





(mi primera foto)




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